Gary se encarga de supervisar todos los proyectos y mantener nuestra buena relación con organizaciones e instituciones públicas. Llegó como un voluntario más, pero pronto empezó a alargar su estancia hasta convertirse en uno más de nuestra familia. Resumiendo, queremos que One Two Tree se parezca a Gary, pero eso estamos tan contentos con él.

Tiene diez años de experiencia como voluntario en varias ONG. Pedro es el fundador y coordinador de esta pequeña organización (y ha escrito este párrafo en tercera persona).

Pero es el que más nos anima a seguir adelante. Manuel se encarga de la contabilidad, tesorería y proyectos de RSC. Tiene experiencia como director general de una pequeña empresa familiar y como directivo de una gran multinacional. Nos ayudará con su tema favorito: el trato humano.

Desde 2023, han sido el punto de contacto para nuestro proyecto guatemalteco, dando la bienvenida y ayudando a los voluntarios durante su estancia, coordinando el Centro de Aprendizaje y comunicándose con las escuelas y proyectos locales de Santiago Atitlán. Si quieres conocer más sobre ellos no te pierdas el post que hicimos sobre el equipo en nuestro blog.

Te recibirán con una sonrisa y se asegurarán de que te sientas como en casa durante tu estadía en Santiago. Su pasión por la conexión humana y el poder de la educación y el voluntariado no tiene fin. ¡Sean cuales sean las habilidades e ideas que te gustaría aportar al equipo,  se asegurarán de que te sientas apoyada/o y capacitada/o para hacerlo! Están convencidos de que One, Two… Tree! enseña mucho más que inglés, como valores en igualdad, respeto y espíritu de lucha por un mundo mejor.

Lleva con nosotros desde enero de 2019. Después de tres semanas en Guatemala aprendiendo cómo gestionar la organización se lió la manta a la cabeza y ha sido el encargado de comenzar nuestro proyecto en Zinacantán, Chiapas. Después de casi diez años trabajando como periodista y en marketing, decidió que dedicarse a la educación es mucho más satisfactorio y productivo que pasarse 8 horas al día sentado detrás de un ordenador. Primero en Camboya, y ahora en México, no va a parar hasta convencer a todos los niños del mundo de que con una buena educación sus sueños de una vida mejor están más cerca.